En verano, la puerta de casa está abierta y hay que correr mucho para entrar y salir. Tener un calzado fácil de poner y quitar y que funcione en la mayoría de las situaciones es una gran ventaja. Aunque probablemente no elegirías el mismo look para ti, puedes estar de acuerdo en que un par de chanclas de color amarillo chillón con unos pantalones cortos vaqueros y un polo de rayas blancas, amarillas y azules o un par de sandalias rosa cerusa con un vestido de verano blanco es un bonito look veraniego para los más pequeños de la casa. Lo que es sinónimo de poco sentido de la moda en el mundo de los adultos no tiene por qué serlo en el de los niños.