Los orígenes de la marca californiana K-SWISS se remontan a 1966, cuando los hermanos Art y Ernie Brunner llegaron a Estados Unidos. Como grandes aficionados al tenis, decidieron fabricar zapatillas para este deporte, las primeras de cuero. Gracias a esta innovación, así como a la calidad de sus productos, la empresa alcanzó rápidamente el éxito no sólo en el mercado estadounidense. Hoy en día, K-SWISS es una conocida y respetada marca mundial de calzado deportivo que fabrica pares para correr, navegar e incluso hacer parkour. Sin embargo, lo más habitual es encontrar a gente calzándolas en clubes o por la calle. El amplio surtido está representado tanto por zapatillas de piel ideales para la calle como por zapatillas deportivas blancas clásicas que te harán sentir seguro y cómodo en la pista o en el campo.